EL PSICÓPATA VIOLENTO
Evo Morales tiene una personalidad egocéntrica y le gusta mucho exhibirse.
En ese sentido se menciona que el caudillo estuvo alimentando su ego durante más de 20 años, porque para él, nada más "él" existe; ahora imagínenselo de nuevo, como presidente de Bolivia.
Pueden morir todos los que le apoyan, pueden caer presos, y a él no le importa, a él no le importa, pero él ha hecho creer que ese sacrificio es necesario.
No obstante, aquellas actitudes también implicarían que trata de llenar un vacío: Morales es una persona muy vacía no tiene valores.
A él no le importa nada: mientras él esté bien, a salvo, a él no le importa que llueva, truene o relampaguee.
Respecto a su actual conducta, se ve que efectivamente el poder lo embriago, pero él no ha sentido la resaca del poder.
En videos incontables en internet de él, donde lo vemos interactuar con otras personas, vemos a su equipo de trabajo que comparte algunos rasgos con él, observa.
Se ve que estos colaboradores durante su gobierno y después, se han encargado de fabricar una realidad creada sólo para él.
Para Evo Morales lo que él dice es ley, y si la ley no le favorece la modifica, y la realidad es que estuvieron haciendo eso durante 20 años porque a la personalidad de Evo Morales le estorban las leyes, a él no le importa la sana convivencia social.
Este mismo concepto de no me importan las leyes, ni las reglas, y las normas de convivencia, "Evo implantó en sus adeptos y seguidores", porque les ha hecho creer que ahora ellos están por encima de todos y por eso tendrían derecho a ejercer la violencia que están ejecutando.
